Hoy cuando mi papá me buscó me dijo que me iba a llevar a conocer a Mery. Yo le pregunté si era Miss Mary, y que si era yo ya la conocía porque era la que me enseñó que red es rojo y blue azul. Y también me enseñó que cat quiere decir gato en otro idioma que es inglés, que es como habla la gente en Disney, que es donde viven las princesas y los autos de Cars, y el año que viene cuando sea más grande voy a ir a conocer. Mi papá me dijo que no era Miss Mary pero que era una amiga de él y que la íbamos a ir a visitar y que me iba a gustar su casa porque tenía una hamaca, y muchas plantas. Yo también tengo una hamaca en mi casa, entonces no necesito ir a conocer otras, a menos que sea una que haga algo diferente, como que en vez de moverse para adelante y atrás se mueva para los costados, o tal vez una hamaca que ande sola, y que nadie tenga que empujarte para que sea divertido. Y no sé por qué me dijo lo de las plantas, a mí las plantas me dan lo mismo, solo que mi mamá a veces me pide que la ayude a regar y yo la ayudo porque me doy cuenta de que es algo que a ella le gusta que yo haga. Salvo cuando me distraigo y tiro más agua de la que tiene que ir, y hago charcos, pero no charcos como los de la lluvia, de esos que puedo saltar cuando tengo botas de goma porque igual no se me mojan las medias. Los charcos que a mi mamá no le gusta que haga son los charcos de adentro, porque dice que se arruina el piso, pero yo no entiendo por qué se arruina, si el piso es de madera como los árboles, y los árboles no se arruinan con la lluvia, que también es agua que cae. Una vez en un charco de lluvia encontré un sapo, pero ese día no estaba mi papá, estaba mi tía que me deja hacer más cosas que mi papá y que mi mamá, y me ayudó a agarrarlo y guardarlo en un vaso que yo tenía porque estaba tomando jugo de manzana. A mí me gusta más el de naranja pero en ese kiosco no había. Como quería guardar al sapo, tiré el jugo de manzana y me puse contento de que fuera de manzana porque si era el de naranja tal vez no iba a querer tirarlo, porque iba a ser difícil elegir entre el sapo y el jugo de naranja. Entonces le puse una pelota arriba para que no se escape. Al sapo, porque el jugo no se escapa, aunque se puede caer que es como que se escape del vaso. Después con mi tía viajamos en colectivo y yo le pregunté si le podía mostrar a la señora de al lado el sapo, porque miraba para abajo todo el tiempo y parecía aburrida o triste como me pongo yo cuando me retan o no me dejan hacer algo que quiero, pero ella me dijo que mejor no, que era un secreto entre nosotros. A mi mamá tampoco me dejó decirle del sapo y se lo llevó ella a un lugar especial para sapos, donde los sapos están contentos con sus amigos sapos y también hay sapas y sapitos, y todos juegan juntos en charcos. Mi tía me dijo que un día lo vamos a ir a visitar. Y si hay hamacas para sapos, voy a hamacar a Pepe, que es mi sapo, que se llama Pepe porque yo le puse así, aunque sé que ya existe un sapo que se llama así y tiene una canción. No me importó porque en mi sala también hay tres chicos con el mismo nombre: Valentín, y dos chicas que también tienen el mismo nombre: Rocío, y cuando llamás a una, se dan vuelta las dos. Cuando llegamos a lo de Mery lo que más me gustó son unos muñequitos que tenía en un estante, estaban todos muy acomodados y en fila, como los míos pero solo cuando juego a que hacen una fila, porque el resto del tiempo no están tan ordenados. Cuando entramos mi papá me obligó a darle un beso a Mery y yo le pedí de jugar con esos muñequitos. Al principio me pareció que ella era como una de las Rocíos de mi sala que nunca quería compartir, porque lo miró a mi papá con una cara que me parecía que decía: no quiero prestarle mis juguetitos. Me explico algo de que eran juguetes de diseño que no entendí lo que quería decir y que eran para adornar y no para jugar, cosa que me sigue pareciendo rarísima porque los juguetes son para jugar y si son para adornar deberían llamarse adornos. Ahí mi papá hizo algo que hace siempre cuando no me quiere dar algo: me quiso dar otra cosa que yo no quería, entonces yo también hice algo que hago siempre cuando mi papá me quiere dar una cosa que no es la que yo quiero: me puse a llorar. Y lloré de verdad, porque no entendía por qué estaba en ese lugar y tenía que conocer a Mery, que era alguien que yo no conocía, pero no era mi tía ni mi abuela ni la mamá de un amiguito. Después Mery le hizo un café a mi papá y a mí un jugo de naranja que es mi preferido. Si es recién exprimido es más preferido que si viene del kiosco en cajita. Después hablaban de cosas que yo no entendía hasta que me aburrí y les dije que quería conocer la hamaca de Mery. Fuimos a la terraza y vi la hamaca de Mery que no era de las hamacas divertidas para jugar, era una hamaca para dormir y descansar, y a mí no me gusta dormir ni descansar. Aunque todos los días a la noche me tengo que dormir porque si no, no sale al sol y no empieza otro día nuevo. Cuando me aburrí de estar en la casa de Mery, le pedí a mi papá de irme porque quería jugar pero con mis muñequitos, estos de Mery no movían los brazos ni tenían armas supersónicas. Entonces él me dejó en la casa de mi mamá, que me abrazó y me dio besos pegajosos y me preguntó si me divertí y qué hice. Yo le dje que sí, que en realidad más o menos porque los juguetes de Mery no eran tan divertidos como los míos. Ella me preguntó quién era Mery y yo le dije que era una mamá sin hijos y que seguro era muy buena con mi papá porque él la miraba como yo a una de las Rocíos, la más alta, que es muy buena y siempre quiere compartir sus juguetes conmigo.
Comments
No comments yet. Be the first to react!